Sus objetivos y efectos: nosotros

”...Las titánicas luchas por el poder del siglo XX enfrentaron al capital industrial y al movimiento obrero, pero, en el siglo XXI , el capital de la vigilancia se enfrenta al conjunto de nuestras sociedades, hasta el último miembro individual de estas. La competencia por los ingresos derivados de la vigilancia se cierne sobre nuestros cuerpos, nuestros hogares y nuestras ciudades en una de las más violentas batallas por el poder y los beneficios jamás librada. No podemos imaginar el capitalismo de la vigilancia como algo que está «ahí fuera», en el entorno de las fábricas y las oficinas. Sus objetivos y sus efectos están aquí ... Somos nosotros .

No solamente hemos sido objeto de una emboscada por parte de un enemigo que nos supera por mucho en «potencia armamentística». Hemos sido sorprendidos con la guardia baja porque en modo alguno podíamos imaginar que todos estos actos de invasión y desposesión fueran posibles, como tampoco el confiado primer cacique taíno que se encontró con aquellos peludos, gruñones y sudorosos adelantados surgidos de la nada, portando el estandarte de la monarquía española y de su papa mientras caminaban fatigosamente por la arena de la playa, podía haber previsto los torrentes de sangre que manarían de aquel gesto inicial de hospitalidad hacia los recién llegados. ¿Por qué hemos tardado tanto en reconocer que lo que latía en el corazón de este nuevo capitalismo no era otra cosa más que el «pecado original de simple latrocinio»? Como los taínos, nosotros también nos enfrentamos a algo absolutamente nuevo para nuestro relato conocido: algo sin precedentes. Y como ellos, corremos el riesgo de sucumbir a la catástrofe si nos empeñamos en evaluar las nuevas amenazas a la luz de la experiencia anterior conocida. “

(ShoZub)